José Carlos Girela Gámez


¿Existen hoy las clases sociales y el conflicto entre ellos?

Todo parte desde un principio, nacemos y de pequeños nos creemos que todo es normal, que todo lo que creíamos saber lo saben también los demás y que la desigualdad no existe. Todo empieza un día normal de tu vida en el que le preguntas a tu madre por qué un señor esta tirado en la calle bebiendo una botella de no se qué licor desconocido para mi en aquel entonces. Mi madre no me supo responder pero yo ahora si se responderme a mi mismo, ese señor lo había perdido todo por aquellos empresarios y adinerados de mi ciudad y lo que estaba tomando era vino tinto de menos de un euro para poder ahogar sus penas y alejarse de esa realidad que no quería recordar.

Ese hombre pertenecía a una clase social, yo permanecía a otra y la gente con mucho poder a otra. La evidencia de distintas clases sociales es clara y quien se atreva a desmentirlo caerá en el absurdo de no ser entendido. ¿Pero qué los diferencia? La pregunta no es difícil de responder, la respuesta será el motivo de todos los problemas y alegrías generados a lo largo de la historia de la humanidad capitalista, el dinero ( o al menos lo representa). El dinero arruina pero también da alegría a los que lo necesitan y hasta los que lo codician para ver crecer su ego. Todo lo que conocemos está guiado por el dinero y esto debería de ser absurdo para cualquiera con dos dedos de frente. El hecho de que se preste mayor atención a una persona con un móvil de 1200 euros ,con un Ferrari, un reloj de 20000 euros y por tanto perteneciente a una clase social mayor dice mucho de nuestra sociedad. Lo verdaderamente importante es el conocimiento y la utilización de este para adaptarse a distintas situaciones. Pero sin desviarme de lo importante, vemos que la sociedad se ha partido a si misma por tres cachos y no homogéneos destacaría a comentar. Una primera llamada clase baja o clase obrera de la cual nadie quiere ser incluido ni quiere que se manifieste su participación en él como si fueras el rarito de la clase al que se discrimina, una primera clase social de la cual se destacan unos bajos ingresos y una incomodidad por las clases más altas que según ellos nos hacen nada por ayudarlos. Todo para ellos es más difícil pero el estado de alguna forma intentara siempre ayudarlos con “ayudas” aun siendo para que el partido político en cuestión pueda ponerse la medallita de “desigualdad” e incluirlo dentro de su programa electoral.  A esta clase social le sigue otra la cual no sabría decir donde empieza y donde acaba porque como ya os contaré es la más amplia de todas. Es una clase social ambigua, la cual no se puede describir a partir de ciertos valores predeterminados como la clase baja o alta. Esta abarca una gran cantidad de la sociedad, tanto personas que esperan el sueldo a final de mes como agua de mayo o pequeños empresarios que pueden vivir bien sin preocuparse de cuanto dinero tienen en el banco. Con esta clase social ocurre algo peculiar y es que si hiciéramos una encuesta la mayoría de la sociedad se incluiría ahí tanto los que rozan la clase social más baja para no ser vistos con ojos de pena por sus superiores económicamente hablando y estos por sentirse de alguna forma humildes y no verse despreciados por él resto. Una vez abarcada la mayoría de la población nos damos cuenta que falta una última, una muy pequeña a la cual es difícil permanecer y normalmente ya eres incluido de nacimiento sin necesidad de apuntarte en ningún lado, una sociedad económicamente despreocupada.

La existencia de clases no es algo nuevo el cual acabamos de descubrir mirando con perspectiva histórica, sino que somos conscientes de ello desde hace tiempo. Ya en el siglo XIX se reflejó dentro del Manifiesto comunista de Marx un filósofo, economista, sociólogo, ​ periodista, intelectual y militante comunista prusiano de origen judío.​ En este manifiesto, un panfleto de apenas cuarenta páginas, Marx afirmaba la división de la sociedad en dos tipos, la burguesía y el proletariado. Para dejar un par de conceptos claros, el pensamiento marxista del cual el a veces no se sentiría partícipe se basa en el descontento de la existencia de un grupo minoritario dentro de una sociedad que se apropie de los beneficios de producción que generan el resto de la sociedad en la cual se incluyen la mayoría. Para él y por consiguiente para el comunismo los medios de producción deben de convertirse en una propiedad colectiva para que los ricos no pudieran vivir de los pobres y que estos generaran sus propios recursos a través de dichas propiedades como en la antigüedad.  Si esto no llegará a suceder es obvio que el proletariado tomaría cartas en el asunto, a nadie nos gusta estar trabajando duro durante treinta días para no poder vivir cómodamente y que otras personas para las que trabajas las cuales no hacen absolutamente nada se queden con la riqueza que tú has generado. Marx a través de su pensamiento mostraba como se produciría un conflicto de clases que ganaría la clase oprimida acabando con dicha desigualdad. En ese momento existían esos dos tipos de clases pero esto no es algo único de dicha etapa, anteriormente existía una élite aristocrática superior a los campesinos y podemos seguir retrocediendo a lo largo de la historia.

La existencia de distintos tipos clases y a sus vez el conflicto entre ellas es un tema que desemboca de muchas maneras, algunos pueden pensar que son inevitables por la creencia de que siempre existirá una clase más empoderada que otra ya sea por su mayor conocimiento o por otro motivo (lo que comparto) pero también se cree en la creación de una sociedad perfecta lo cual es una utopía generada por Marx en la cual no existiría gobierno, distensión política ni crimen para poder disfrutar del fin de las clases sociales y de su lucha.

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