Miguel Jimeno-La importancia del tiempo libre-
La importancia del tiempo libre para la creación de cultura.
En
nuestro día a día nos vemos “obligados” a tomar un tiempo libre en el que se
intenta estar ocupado con actividades que nos evadan de nuestra cotidianidad,
ya sea con actividades deportivas, acudiendo a grandes superficies que nos ofertan múltiples opciones (cines,
restaurantes, tiendas, etc.) o simplemente permaneciendo pasivos en nuestras
casas, usualmente delante de la TV o consola
de juego.
Es
difícil encontrar a personas que disfruten dicho tiempo en realizar actividades
culturales o artísticas, es decir, en realizar una actividad intelectual que de
alguna forma repercuta en su propio desarrollo personal.
El
invertir en dicho tiempo es proporcionarnos una mejora personal a nivel
cultural, ya sea a través de la lectura, el estudio de alguna materia que nos interese y que quisiéramos desarrollar,
el mantener coloquios sobre distintos temas y realizar un cambio de impresiones
con otras personas que piensen igual o diferente a nosotros, o incluso el pararnos a meditar y recapacitar sobre nuestra actuación del día a día y sopesar qué podemos cambiar o mejorar,
ya sea en nuestra forma de estudiar, de resolver los problemas que nos pueda
surgir, es decir, simplemente pararnos unos minutos a pensar y recapacitar, con ello
obtendríamos una trasformación personal y llegaríamos conseguir una vida
más equilibrada y que a su vez contribuye en una mejora de 3º personas, que
usualmente serían el círculo más cercano a nosotros.
Si
desarrollamos nuestras capacidades y las llenamos con nuevas experiencias, estamos
dando un valor extra a nuestra persona que más pronto que tarde obtendrá
beneficios propios o en terceros.
Tenemos
que llenar el mundo con nuestras ideas y pensamientos, debemos innovar, crear,
desarrollar.
Una
sociedad que no se para a pensar y recapacitar “envejece” al no obtener ideas
nuevas, ideas que produzcan cambios y transformaciones, siempre buscando una evolución y mejora, sea cual sea el ámbito
en el que se aplique.
Poner
en práctica todo lo anterior expuesto es difícil, porque es ir en contra de la
corriente general, y nos supone un esfuerzo frente a la gente que nos rodea,
incluso llegaremos a ser “bichos raros”, pero entiendo que el esfuerzo nos
recompensaría.
En
una sociedad donde todos los cambios ocurren con tanta celeridad, la rapidez es
una exigencia que se nos impone y pararnos a pensar y recapacitar y desarrollar
nuevas ideas es un esfuerzo que debemos de realizar para imponernos a esta
situación.
1. ¿Comprende el tema y los problemas sobre los que escribe?
ResponderEliminarEl trabajo muestra un conocimiento muy elemental del tema y un desarrollo limitado de sus diversos aspectos e ideas. No se aprecia una verdadera asimilación crítica del mismo.
2. ¿Aporta argumentos y no solo hace afirmaciones?
El trabajo es un intento de elaboración propia, pero escasean los argumentos o estos son poco sólidos. No hay referencias, a fuentes de información de reconocido prestigio
3. ¿Las ideas se desarrollan en base a una estructura narrativa bien organizada?
La presentación de las ideas no sigue una secuencia lógica
4. ¿Usa una prosa sencilla fácil de leer y de comprender? Escasa utilización de estructuras gramaticales complejas (se aprecian errores) lo que resta brillo a su prosa. Se hace uso muy limitado del vocabulario filosófico específico del tema tratado.
5. ¿El trabajo contiene ejemplos y metáforas?
No utiliza ejemplos ni metáforas para explicar conceptos centrales en la argumentación del tema,lo que indica dificultades edn la comprensión de estos.
6. ¿Presenta con claridad y exactitud las ideas de otr@s filosof@s?
No hay referencias explícitas a ninguna filósofa ni a ningún filósofo o éstas son irrelevantes respecto a la tesis defendida o a los argumentos aportados